¿Cuáles son las áreas de acción que el Tablero debe poner de relieve? Una forma de responder a esta pregunta es determinar antes que nada los obstáculos que enfrenta el aprendizaje. El Informe sobre el Desarrollo Mundial 2018 afirma que los sistemas educativos en dificultades carecen de uno o más de los cuatro ingredientes clave para el aprendizaje: alumnos preparados, enseñanza de calidad, insumos centrados en el aprendizaje y la gestión cualificada que los une. Pero los problemas no se dan sólo a nivel escolar; estas deficiencias en la prestación de servicios generalmente son señales de problemas sistemáticos más profundos. Estos responden a políticas que no han sido bien diseñadas o implementadas para promover el aprendizaje en todos los niños y jóvenes, por lo que estos desajustes a su vez reflejan problemas causados por políticas insalubres o la falta de capacidad burocrática.
Por lo tanto, para abordar la crisis de aprendizaje y mantener los avances en términos de aprendizaje a escala, los países deben saber dónde se ubican en las tres dimensiones: prácticas (o prestación de servicios), políticas y política. Primero, el Tablero se enfoca en aprendizaje en los grados iniciales y participación en la escuela. El siguiente conjunto de indicadores mide la calidad de las prácticas, centrándose en los cuatro ingredientes de nivel escolar clave del aprendizaje a nivel estudiantil: enseñanza, gestión escolar, insumos e infraestructura, y preparación de los alumnos. Asimismo, el tablero mide las causas sistémicas más profundas: las políticas y el sistema político que determinan la calidad de la prestación del servicio. El objetivo final es obtener un conjunto de indicadores completo pero también focalizado para que las partes interesadas puedan prestar atención a aquello que es más importante.