Presencia del docente

La calidad de la enseñanza depende tanto de las habilidades del docente como de su esfuerzo por utilizarlas para ayudar a los estudiantes. Para medir el esfuerzo del docente, el GEPD recopila datos de observación sobre la presencia de los docentes. La presencia en el aula es necesaria (aunque no suficiente) para que se produzca la enseñanza y el aprendizaje, por lo que la ausencia es una medida (ciertamente superficial) del esfuerzo que un docente dedica a la enseñanza. Un nivel alto de ausencia en los docentes perjudica gravemente la capacidad de los estudiantes de aprender y resulta en pérdidas significativas de tiempo de clase durante el año escolar (Chaudhury et al., 2006; Bruns y Luque, 2015; Lavy, 2015). Un estudio reciente realizado en siete países de África subsahariana reveló que el 44 por ciento de los docentes no asistía a clase, ya sea porque estaban ausentes de la escuela o porque estaban en la escuela, pero no en el aula (Bold et al., 2017). Y el ausentismo importa: investigaciones experimentales en la India encontraron que reducir el ausentismo de los docentes en un 21 por ciento aumentó el aprendizaje de los estudiantes en 0,17 desviaciones estándar (DE) (Duflo et al., 2012). La idea de esfuerzo de los docentes tiene la intención de reflejar qué tan bien el sistema logra que los maestros entren al salón de clases. El indicador, y los indicadores asociados a él, no tienen por objeto centrar la atención en los propios docentes, sino en los puntos fuertes o débiles del sistema que los gestiona.