Infraestructura básica

La infraestructura básica es un elemento importante de la calidad de la escuela. Si bien tener infraestructura no conduce a más aprendizaje, es probable que la falta de infraestructura crítica reduzca el aprendizaje. Hay cinco aspectos básicos de la infraestructura que serán medidos: (i) agua potable, (ii) baños en buen estado, (iii) electricidad, (iv) conectividad a Internet, y (v) accesibilidad para las personas con discapacidades. El suministro de agua potable en las escuelas se ha relacionado con un ausentismo escolar más bajo y un mayor aprendizaje entre los estudiantes de los países en desarrollo, debido a una reducción significativa de la carga de enfermedades diarreicas (O’Reilly et al., 2008; Barde et al., 2013). Contar con baños en buen estado hace que la escuela sea más atractiva para asistir y probablemente reduzca las ausencias causadas por enfermedad. La electricidad y la visibilidad en las aulas también pueden mejorar la capacidad del docente de enseñar y de los alumnos de aprender. Al igual que con los insumos escolares, muchas partes interesadas consideran que estos tipos de infraestructura son elementos básicos de un entorno de aprendizaje de calidad, por lo que es importante hacer un seguimiento de los mismos en un tablero de control. Las escuelas deben ser inclusivas y accesibles para todos los niños, incluidos los niños con discapacidades. Por esta razón, es crucial que los gobiernos inviertan en adaptar su infraestructura y materiales a los estudiantes con discapacidad. Un informe reciente del Banco Mundial y de la Asociación Mundial para la Educación (Global Partnership for Education, GPE) reveló que, en 19 países en desarrollo, la tasa de finalización de la escuela primaria para niños con discapacidad es de solo 48 por ciento (Male y Wodon, 2017). Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) reclaman una educación inclusiva y equitativa de calidad, con el objetivo de garantizar la igualdad de acceso a todos los niveles de la educación a las personas vulnerables, incluidos los niños con discapacidades. Para alcanzar este objetivo, las escuelas deben adaptarse para acoger a los niños con discapacidades. Esto implica contar con la infraestructura necesaria, maestros capacitados y con las habilidades pedagógicas adecuadas para atender las diversas necesidades de los alumnos, además de materiales (como el braille o audiolibros) para niños con discapacidades visuales y auditivas.